lunes, 14 de mayo de 2018

CINCO POEMAS DE RECONSTRUCCIONES DE ISABEL HUALDE




La casa en una maleta
bajo un cielo turbio bajo un cielo claro

sacudirse el olor de los cuerpos que la habitan

diosmío
otórgame el coraje de los ciegos
que despiertan la luna
si cerramos la puerta a la letra adulterada
tal vez el odio no germinará

solo son leyes

la primera ley vomitó palabras
que envenenaron la harina
y cortaron la leche de los pechos
terror desatado por las listas negras

si no bendices al nuevo gobierno
tampoco recibirás sus bendiciones

dijeron también
que la tierra no nos pertenece

aquí las palabras giran
introduciéndose en las bocas
dejando un poso ácido y amargo

y nombraron el exilio
y no hubo más paz

no se si arrastramos el sol de la conciencia
o catedrales de luz en la entrada de la muerte

lo que se es que la letra más pequeña de la ley

está maldita.





EL FUEGO LA BALA EL NIÑO


El niño mira como quien construye
un canto de amor para la muerte

como si la bala     serpiente rectilínea
no atravesara el invierno
cerrando los ojos
del último testigo de la noche ¡shsss...!

y ya no existe niño solo
fuego irreversible
adentrándose en la carne
o panza oscura del nicho

banderita blanca
en este foso del que huyeron las culebras


los ángeles juegan y se esconden

eclipse vacío de todo
y Dios sentado y Dios sentado

y ahora qué.





TRÁFICO DE ÓRGANOS


Vacías y desmembradas
caminan por el cielo
las niñas luminosas

señor usted a mí no me reconoce
no sabe estremecerse o arrojar el sol
sobre cocodrilos que verdean
en los manglares

usted no sabe dominar
el caballo del horror en los días oscuros
cripta sin fisuras
donde las ventanas se han cerrado

yo nunca quise danzar con la muerte

usted negro yo la fiebre que no descansa

(la náusea adquiere la piel de la naranja del infierno
y la sirve en bandeja de plata a los asesinos)

yo la voz
usted la rabia el eructo de lo que no le pertenece.





LOS FANTASMAS DE JUAREZ


Pero qué solas caminan las niñas muertas de Juárez

sólo los fantasmas salen a su encuentro

fuera ese insulto de perro sarnoso sobre sus huesos
y el perro sarnoso esparce los huesos parece nervioso

fuera las manos que calcinan cadáveres
fuera ese aliento de voces que profanan
fuera ese vértigo sobre la conciencia
fuera el vértigo fuera fuera fuera

ahogo de terror y frío
la vida se desdice olvídalo

así es el verano bajo las estrellas de Juárez


el cuchillo se incrusta en la carne ¿esa era yo?
puro dolor el universo ¿esa era yo?
y mis zapatos, mis ojos, ombligo
corazón recién estrenado ¿esa era yo?
¿quien nos reconstruirá y restituirá la sangre?


ser algo que respira

pero qué solas caminan las niñas muertas de Juárez

con su dolor adentro.





DURA JORNADA


Los torturadores trabajaron sobre mi toda la noche
quién dice que ignoran los puntos sensibles
los golpes se descargan
impidiendo rendijas de luz

algo sobre lo que reconocerse

luego vendrá la ilusión de que otro
desarme la noche
y detenga el tsunami del temblor
o el vómito

quizás aun pueda capturar algo de vida
si alguien me recuerda

quizás pronto un beso o una bendición
sobre los huesos
y fracturas del alma (de nuevo ¡crac!)

y que harán ellos
con los ojos endurecidos tras la dura jornada
regresados a sus casas sin flores en las manos

cuando alguien tan pequeño les pregunte:

¿arreglaste mi muñeca rota papá?



Isabel Hualde
Reconstrucciones

Ediciones Vitrubio








1 comentario:

  1. Rendijas de luz para reconocerse
    y reconocerse en los otros.
    Gracias por tu aportación y apoyo, Pablo.

    ResponderEliminar