lunes, 8 de enero de 2018

UN POEMA DE ROSA SILVERIO DE MATAR AL PADRE





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Todos están dormidos, Cenicienta.
Levántate ahora e invoca a tu hada madrina,
arréglate para la verdadera fiesta
y olvida de una vez al tonto príncipe que te espera.
Abraza a tus dos hermanas
y antes de irte ve a la habitación de tu madrastra
a darle el último beso de despedida.

Llegó la hora, Cenicienta,
ya los ratones trajeron la calabaza
y te calza bien la zapatilla.
Sube a tu fantástico carruaje
y olvida el dolor del mundo y sus grandes cucarachas.
Vete a tu baile, dulce niña,
que yo te miraré desde aquí sentada
mientras tus pies vuelan en el aire,
mientras ejecutas tu última danza
colgada del naranjo del patio de la casa.

Cuando te encuentren en la mañana,
con la lengua rosada sonriéndole a la vida
muchos desearán bailar contigo.


Rosa Silverio – Matar al padre



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