domingo, 25 de enero de 2015

DESDE LAS VENTANAS DEL COLEGIO


Ventana del hotel, octubre de 2014 por Pablo Müller


«Desde las ventanas del colegio pudimos ver cómo nos abandonaban nuestros
padres.
Decidimos entonces abandonar juntos el mundo en un juguete.»
Peru Saizprez

Es cruel, no lo neguemos, abandonar a los hijos
en los colegios, al carnaval de los miedos
y las negaciones, con menú al mediodía: legumbres,
pescado, verduras y fruta variada
— golpes con el balón, —
es cruel, dejar a los hijos y mirar la hora, dejar a los hijos
y arrancar el motor del vehículo, fingir la llamada
telefónica inaplazable y de cierta responsabilidad cierta,
— sueldo a fin de mes —. Es cruel no lo neguemos,
a pesar de la sonrisa confianza de la maestra,
del cuidado con que corta los setos el jardinero,
y el niño, el hijo a la noche, responde, sí
he hecho los deberes, cruel, como tú, contigo.



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