viernes, 27 de junio de 2014

REZO A LA SOMBRA


Madrid, junio de 2014 por Pablo Müller



«El poema es un rezo a la sombra»

Leopoldo Mª Panero

 

Rezar a la sombra es darle la espalda a la luz,

amargura es el nombre de un animal de noche.

Dicto un poema y cien manos lo escriben ,

cincuenta añaden el verso imposible, cincuenta

olvidan la palabra fin,

 

Desconsuelo: el llanto del niño en una cafetería,

el destello irrita, el vínculo rápido, ayuda,

peligra la vida, tuya, nuestra, la vida celebra

a cada instante y llanto, la vida se celebra a cada llanto

— el frenazo a tiempo del conductor borracho —,

 

Desconsuelo: la vida es un desconsuelo sin intermediarios

— espiga que crece en los márgenes de un libro —

el llanto, en el ribazo de la cosecha,

estómago que llanta el peligro de la vida…

Panero lo dice: “el rugido de león contra la boca.”

“La vida es una enfermedad incurable”, lo dice Panero.

 


domingo, 22 de junio de 2014

EL ENTRENADOR



Torrejón, en mayo de 2014 por Pablo Müller


 

En ese momento de la muerte, el entrenador recita la alineación de los muertos previos, los coloca en el campo imaginado de luz y prevé el desarrollo del partido

 

en ese momento el entrenador cita uno a uno a los miedos y a las euforias, resuelve el cambio del centrocampista varios minutos antes de su muerte

 

en ese momento ahorra la agonía del muchacho, el terror de su padre, de sus hermanos, buen

                                                                            entrenador

 que grita a los mediodías, al extraño calor de marzo, que añora el barro de la estación larga de lluvias, que insulta a los árbitros tímidos y a los descreídos.

 

Y la muerte acaricia cabellos rubios, anima a los jugadores vivos para que luchen hasta

                                                                la muerte.

 

viernes, 20 de junio de 2014

PLÁCIDO


el pasillo, mayo de 2014 por Pablo Müller



A Plácido Bilbao

Ay, Plácido con la muerte

que nos llega pronto siempre

la última carrera donde nadie puede alcanzarte

— los contrarios parados contemplan tu hermosa zanzada —,

y el gol es de silencio, Plácido,

humilde descanso en las campas de Lamiako,

ese futbol viejo nuestro, modesto que nos roban los domingos,

Ay Plácido, es la muerte

la que pide cambio sin tiempo de remontar derrota ninguna

y en el banquillo nuevo,

te arropan los jugadores de antes — descansados

de los goles imposibles, a los que llegan ahogados

defensas de ningún equipo, el tuyo, el nuestro,

peces de rosa y cuero aplauden en los charcos

y la tierra leve levísima acaricia las botas como beso,

                     sonríe Plácido, en pie grita

la posición correcta, el ánimo del minuto,

pones la mirada en la jugada perfecta:

esa en la que los jóvenes abrazan a la muerte

y la quiebran con un aplauso, la palmada,

la cabeza gacha de camino al vestuario de los futbolistas que disputan

hasta la muerte…

sábado, 14 de junio de 2014

OSCURONIÑO


Hotel, noche, lectura y marzo de 2014 por Pablo Müller



«Mientras esté oscuro todos seremos niños.»

Ana Pérez Cañamares

 

Nos mintieron: nunca dejaremos de ser niños,

desde muy niños ya éramos adultos, todas

las noches somos viejos y a su correspondiente

mañana despertábamos a las edades

prohibidas, a pesar de las quejas de los espejos,

— saltarnos el guion —, hacer sitio a los niños.

Como el mejor poema que jamás he escrito,

que me dicté anoche, y olvidé escribirlo:

estaba leyendo a Ana Pérez Cañamares.
 
 

martes, 10 de junio de 2014

ESCUCHA


Zaragoza, mayo de 2014 por Pablo Müller



«Un poeta ignorante no es el que no sabe escribir sino el que no escucha.»

Héctor Hernández Montecinos

 

En una noche en el hotel

en Zaragoza

el día cuatro del mes de junio

del año dos mil y trece

le digo a la sombra que me sigue:

tengo que escucharte todos los días,

tengo que escucharos todos los días,

tengo que escucharlo todos los días,

la sombra calla, sólo

sigue el canto de los mosquitos sobre las farolas,

tengo que escucharme en todos los momentos, tengo que escucharme en todos los momentos, a las noches, en los hoteles, en la habitación pagada, en la ciudad extraña, en el hueco del miedo,

entre nuestros insectos de todos los días

y todas las escuchas.

 

martes, 3 de junio de 2014

PREGUNTO AL CAMARERO


Noche, Bilbao, mayo por Pablo Müller



«¿Quién fui yo? Le pregunto al camarero

¿Quién es esa sombra que finge escribir?»

Leopoldo Mª Panero

 

En el tiempo que hablaba a los camareros solo,

explicaba por qué estaba allí solo y entonces

cómo se llega a ese diálogo de respeto tras el vaso

y el cambio de las monedas mojadas, y como

el camarero abre puertas y es de día, con su huida,

sin papel donde dormir y su templanza, en qué ruinas

vive esta tristeza, y sin embargo con palabras y su ritmo

hay un viento, y con ese papel escrito llega la muerte,

lo mejor de la vida es el dolor dice mi padre, el olvido es

la flor que crece en el verso:

estiércol a tu paso.